Si te has decidido a hacer un huerto en casa, probablemente seas una persona preocupada por el medio ambiente, sensibilizada con las problemáticas de la naturaleza y una consumidora más responsable.
Actualmente estamos acostumbrados a que los productos que nos enseñan en las tiendas y supermercados tienen todos más o menos la misma forma o aspecto; es más, cuando un vegetal es más grande o pequeño de lo normal, o tiene una forma diferente a la estándar, tendemos a desecharlo.
¿Tienen que ser perfectas las verduras para comerlas?
No, esto es un gran error. Las frutas y verduras “imperfectas”, es decir, las que son “feas” o tienen formas o tamaños diferentes a la media no tienen por qué ser desechadas. De hecho, cuando nos acercamos a los establecimientos de alimentos ecológicos vemos, con satisfacción, que una verdura no es el exacto calco de la de al lado, sino que cada una se ha desarrollado según sus capacidades y no según el acelerador de crecimiento que les dan a otras. Tú mismo lo habrás comprobado en tu huerto: a veces hay frutos con las formas más raras posibles. Por supuesto que tus cultivos van a estar libres de cualquier tratamiento antinatural y, junto con el hecho de que nacerán en un espacio reducido, serán bellísimamente “diferentes”.
¡No tires las hojas verdes!
Por otro lado, no tendría mucho sentido emplear semanas o meses en cultivar tus verduras y hortalizas en casa para luego acabar tirando la mitad. Es decir, a veces tendemos a tirar las hojas verdes de los puerros, las de las zanahorias, las peladuras de las patatas. Pues no es necesario hacerlo. Todo este material vegetal es totalmente usable para hacer caldo de verdura; no hace falta que te comas lo hervido pero sí podrás disfrutar de sus nutrientes en el caldo.
También es muy socorrido hacer batidos con la fruta que está un poco pocha o cremas con las verduras que están empezando a ponerse feas. En este apartado de la web La alimentación no tiene desperdicio puedes encontrar recetas para aprovechar alimentos.
El problema del desperdicio de comida
Desde aquí te animamos a disfrutar de cada ejemplar y aprovechar todo lo que puedas de él. El desperdicio de comida es una problemática muy seria, tanto a nivel social como económica y medioambiental, y cada uno de nosotros podemos, consumiendo de forma responsable, poner nuestro granito de arena para hacer que la escandalosa cifra de alrededor del 30% de la comida que se produce acabe en la basura.
Por suerte, poco a poco tanto las administraciones como las empresas y los ciudadanos estamos más concienciados con esta problemática. Recientemente he podido conocer la iniciativa «Im-perfectos» de Asociación Espigoladors, que lucha contra el despilfarro de comida. Su funcionamiento tiene 4 pasos:
– Primero contactan con pequeños y medianos agricultores y les explican la finalidad de la entidad. Les animan a que, cuando tengan excedentes de cosecha o productos no vendibles en el mercado les llamen para que un grupo de voluntarios vaya a recogerlos, evitando que se pierdan, ya que el dueño de los campos tendría que asumir el coste de la recolección de un producto que no va a poder vender.
– El mismo día de la recolección, se coordinan con los bancos de alimentos locales para entregarles los kilos de fruta y verdura recogidos. Esto es muy beneficioso para los bancos, que generalmente no reciben alimentos frescos, sino enlatados, pasta, etcétera, con lo que provee de alimentos sanos a las personas que hacen uso de los comedores sociales o similares.
– Una pequeña parte de lo recogido, se envía a su taller, donde producen mermeladas de verduras para comercializar. En este lugar, además, están empleadas personas en riesgo de exclusión social, por lo que aquí hay segundas oportunidades para todos, para las personas y para las verduras.
– Además de lo anterior, hacen tareas de divulgación y concienciación, con especial hincapié entre los más pequeños, para que todos sepamos el esfuerzo que es necesario para que la comida llegue a nuestro plato y la gran pérdida que supone desaprovecharla.
Pide que te pongan las sobras para llevar en los restaurantes
Antes, si no te acababas el plato en el bar o restaurante, casi nadie pedía que se lo pusieran para llevar a casa, principalmente por vergüenza. Los que sí lo hacían a veces lo camuflaban pidiendo la «doggy-bag», como si fuera para el perro.
Por suerte, esto está cambiando y muchas personas se animan a no desperdiciar esa porción que no han podido comerse en el establecimiento y aprovecharla para cenarla o comerla al día siguiente. Es más, en algunos sitios hasta te lo preguntan si ven que la ración era muy generosa y no has podido acabártela. La próxima vez, ¡no lo dudes y pide que te la pongan para llevar!
Hace falta mucho esfuerzo para que la comida llegue a los platos, ¡seamos responsables a la hora de consumirla!
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Por supuesto el artículo lo veo interesante para poder sacar más rendimiento y consumir más responsablemente.
Muchas gracias, Alfonso. Cuesta mucho que los alimentos lleguen a la mesa para que luego acaben en la basura, ¡mejor evitarlo por todos los medios! Un saludo